Aunque astrológicamente todavía queden unos cuantos días para el inicio oficial del verano, los aires cálidos de la época estival ya se encuentran entre nosotros, y no me equivocaré si me aventuro a decir que los aires acondicionados de muchos lugares ya están funcionando en modo “cold”.
Una de las cosas más comunes que podemos ver estos días, es que la moda de estilo capilar ha pasado de estar en las revistas, blogs, catálogos… a estar en la calle. Dime, ¿conoces a alguien que en estos días hubiese ido a la peluquería y haya salido con un cambio de look? Pues osaría a contestar que SI.
Ahora todas y todos quieren verse nuevos, diferentes, mejores, frescos…y un montón de adjetivos diferentes que escuchas de los que ya lo han hecho y que al que no lo ha hecho le enciende una nueva vocecita en la cabeza diciéndole: “¿Debería?...¿Qué pasa si...?...¿Cómo me vería yo…?...
Amigas y amigos, os descubro aquí la verdad…eso nos ocurre a quienes queremos y no nos atrevemos. Y si queréis otra verdad…el pelo va a volver a crecer por si no os gusta y mientras lo hace aprovecháis y vais mirando como os van quedando los diversos looks que hay.
Pero, ¿Cómo hacer para que un cambio de look no resulte en un desastre contra la moda y vuestro propio estilo? Aquí tenéis varias cosas en las que pensar:
Look propio
Vamos a ser coherentes con nosotros/as mismos/as. Una cosa es que nos guste un estilo, y otra cosa muy diferente es lo que nos quede bien. Es igual que ver una pasarela de moda o un conjunto de ropa en el escaparate de una tienda (por muy lindo o bien que le quede a la modelo o al maniquí, a nosotros/as nos puede quedar horroroso). Empieza intentando visualizar tu cara, coge tu pelo y recógelo hasta que parezca lo más posible al acabado (no importa que tengas que ponerte más horquillas o pinzas que la princesa Leia de Star Wars si así el resultado será más visible).
Échate fotos (cuidado con los selfies, ponemos muchas caras en ellos y lo que queremos ver si nos queda bien el peinado, algunas están bien, pero no más) y preferiblemente de perfil y frontales (te aconsejo un espejo).
Querido lector/a, si lo que has visto en el espejo y fotos refleja algo de ti puedes pasar al siguiente paso. Si resulta que te horroriza, LOOK EQUIVOCADO, sigue buscando. Si por el contrario, sigues queriendo un cambio y no sabes cual, pasa al siguiente paso.
Look del Estilista
El estilista al que seas asiduo/a, estará habituado/a a tu estilo, tus gustos, y más o menos te conocerá algo. Enséñale lo que has hecho en casa, las fotos, que no te avergüence enseñárselas, ya que si es un buen profesional, sabrá orientarse y poder aconsejarte mejor en ese estilo. Y si no sabes de dónde tirar, él sabrá orientarte.
La clave de todo profesional es la visión y estar al día de las nuevas tendencias (que no cuesta tanto ver alguna que otra revista de moda, blog…). Es importante saber reconocer la fisionomía de la cabeza (algunos dicen que del rostro, pero seamos sinceros, si la forma de tu cráneo no es regular, como le pasa a todo el mundo ya que todas las cabezas no son iguales, el estilo que tengas en mente puede verse comprometido) y amoldar el cabello para conseguir ese resultado.
Todo esto deberá encaminar al cambio que necesitas (aunque obviamente nunca te hará nada que no quieras).
Procesando Datos
Y una vez que lleguéis a un consenso, prepárate porque los nervios te comerán por dentro a cada pincelada, tijeretazo…de todo el proceso. Mejor que no te sirvan cafeína o teína, y te tomes una tila para relajarte. Y sobre todo espero que confíes en tu estilista para que el resultado sea sorprendentemente bueno. Cambiar no es fácil para la mayoría de personas, y por ello los nervios.
Un consejo nuestro es que esperéis una semana a valorar el cambio de look. En una semana, la coloración se establece, el corte toma la forma de nuestra propia capacidad para asemejarlo lo más posible al del estilista (hay que tener en cuenta que ellos son profesionales y te lo dejarán espectacular, y que por muchos años que llevemos peinándonos, no tenemos los mismos medios a nuestro alcance que ellos, y las posturitas que tenemos que coger para peinarlo no es la cómoda del estilista que lo tiene a su alcance).
En nuestro salón, hemos hecho algunos cambios de look, los más recientes son de ayer, espero que os gusten.